Se trata de molestia que aparece entre la parte baja de las costillas, abdomen y espalda, sobre todo en personas con mala condición física que hacen ejercicio o esfuerzos considerables, y aunque es un problema que no genera mayor complicación, ocasiona la suspensión momentánea de la actividad que se realiza, cuando es muy intenso, ocasiona gran nerviosismo porque se confunde con lesiones musculares en hombros o espalda e, incluso, con angina de pecho (falla parcial en el suministro de sangre al músculo cardiaco).
Se debe a:
Tomar aire por la boca. Es común en practicantes noveles que sienten que les falta oxígeno, pero con esto sólo consiguen que su estómago e intestinos se llenen de gas, aumenten de volumen y, por ende, empujen hacia arriba al hígado, que genera molestias en el músculo interno del tórax al correr o saltar.
* Comer antes o durante la realización de ejercicio.
* Comer antes o durante la realización de ejercicio.
* Calmar la sed con bebidas gaseosas y/o muy dulces
Control inadecuado de la respiración. Cambiar de ritmo al tomar o expulsar aire, así como forzar la capacidad de los pulmones, ocasiona que el diafragma sufra cansancio y dolor.
* Realizar esfuerzos excesivos. Períodos prolongados e intensos de actividad hacen que un deportista comience a tomar aire por la boca, ingiera líquidos o agote a su diafragma ante la exigencia.
* Realizar esfuerzos excesivos. Períodos prolongados e intensos de actividad hacen que un deportista comience a tomar aire por la boca, ingiera líquidos o agote a su diafragma ante la exigencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario